1 | Mala suerte | ||
2 | Lavadora blues | ||
3 | El fantasma de la autopista | ||
4 | Un marciano | ||
5 | Tengo una rana metida en una lata | ||
6 | Chicos pálidos para la máquina | ||
7 | Al borde | ||
8 | Cara al peligro | ||
9 | Ángel exterminador | ||
10 | En el pasado |
Información extra:
Madrid, 1988. La sala está abarrotada y hay mucha expectación, porque ha habido muchos rumores después del cambio de discográfica de Ilegales; el doble disco en directo que se publicó un año antes, suponía el cierre de una etapa y se sabe que en esta presentación se desvelarán grandes cambios…
El grupo salta a escena con la ovación habitual y con la primera sorpresa: en vez del trío habitual, salen a escena cinco músicos y, entre ellos, tres caras nuevas.
El concierto se abre con “Ángel exterminador”, el sonido es perfecto y la sorpresa mayúscula, porque nadie se imaginaba que los artífices de “Problema sexual” llegarían a incluir saxos y teclados en sus canciones. Estos cambios son temibles, especialmente porque muchos grupos contemporáneos edulcoraron su sonido después de haber alcanzado el éxito, con lo que en vez de limitarse a ampliar audiencias, se acercaron más a orquestas de verbena que a verdaderos grupos de rock, pero esto es distinto…
“El mundo es basura, pero me gusta estar vivo” no es lo que se dice un alarde de corrección política, ellos siguen siendo los mismos; pero suenan bien distintos… Termina la canción y el silencio resulta estruendoso… Desde el escenario se ven caras estupefactas… Cuando termina el efecto de la sorpresa, la ovación estalla por fin.
“Chicos pálidos para la máquina” fue el disco de la reinvención. El disco en directo del año anterior fue en cierto modo una despedida, porque la fórmula de trío ya había dado de sí todo cuanto podía ofrecer. David Alonso, batería en los tres anteriores, deja las baquetas a Alfonso Lantero, que se incorpora junto a Juan Flores (saxo) y Tolo de la Fuente (teclados). Pero el grupo era más grande que nunca, no sólo por la cantidad de músicos, sino en fama, así que ante la terminación del pacto con CBS, había nada menos que dos grandes multinacionales detrás de Ilegales.
Finalmente fue EMI-Hipavox quien se llevó el gato al agua, con un suculento contrato por tres álbumes, pero la anécdota es que la otra compañía en discordia, BMG-Ariola, acabó apostando por la opción musical contraria, la más amable y blandengue: Mecano…
¿Es posible que de haber sido al revés hubiéramos llegado a ver un musical de Ilegales en la Gran Vía madrileña? Probablemente no, pero seguramente habría cambiado el destino del rock hecho en España, si un grupo como Ilegales hubiera copado las radiofórmulas como lo hicieron los Cano.
La primera edición del álbum, en vinilo, contiene dos canciones menos de las que aparecieron en CD, aunque se podían conseguir en single 7” al adquirir el disco en las ya difuntas tiendas Discoplay. Las canciones, por supuesto, no faltan en nuestra completísima colección; se trata de “Acabaremos mal” y “Con la niebla”.
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