Ilegales en portada de Rockdelux |
Soy un hombre blanco.
Para un grupo asturiano de los primeros 80, actuar en Madrid era como el peregrinaje a La Meca de un buen musulmán. No todos llegaban a hacerlo, menos aún ante una gran audiencia, pero todos coincidían en la reverencia y en las muestras de devoción… Rockola era como la piedra de la Kaaba, alrededor de la que orbitaban sacerdotes y devotos de la llamada “Movida”, así que los grupos que pasaban los filtros para actuar en tan sagrado templo, acudían en plena contrición a cumplir con los ritos del peregrino que quiere merecer dignísimo jubileo.
Ilegales se cogieron una borrachera nada más entrar por la puerta de Rockola (seguramente traían “puesto” algo, no se puede estar tan colocado tan deprisa). Iban como invitados a la fiesta de un locutor con fama de tener mucho ojo para los nuevos talentos, de nombre Jesús Ordovás, y organizaron una pelea de mil demonios en el camerino, la cual provocó la suspensión del concierto de los otros invitados de la noche (los que perdieron la pelea, es decir, Gabinete Caligari), lo que automáticamente les deparó la antipatía de los seguidores del grupo local ahuyentado. Ilegales salieron a escena como un torbellino y la pregunta latente en la audiencia, que era “¿quiénes se creen que son éstos?”, se convirtió rápidamente en “¿quiénes son estos tíos?”… esto último preguntado con genuino interés, porque el grupo sonaba que te cagas.
Jorge Ilegal explicó inmediatamente quiénes eran con un anfetamínico discurso: “Ilegales somos los más altos, los más guapos y los más orgullosos. Ya está bien de listos de mierda, joder”
Hay que acabar con los pelotas de mierda.
Si la actuación en Rockola era un acto de máxima gala, no digamos ya lo que suponía la entrevista con alguno de los popes de la crítica musical de entonces…Quien más, quien menos, medía con tiento sus palabras o sus actos… Pero parece coincidente que los Ilegales no se cortaban ni un pelo, a juzgar por el anecdotario ilegal que manejan los periodistas que conocieron a los Ilegales de aquella época.
Jesús Ordovás narró la pelea con Gabinete Caligari a quien escribe estas líneas; pero Diego Manrique no es menos, pues recuerda el día que conoció a Jorge Ilegal, convidado en su propia casa para hacer una entrevista larga e íntima para un periódico de gran tirada, un acontecimiento promocional relevante para el grupo, en el que cualquier músico se esforzaría por caer simpático al entrevistador y ser correcto al máximo. No es que se quisiera forzar la antipatía por mor del personaje; pero aquel día, la gata de Diego estaba en celo y lo mostraba como buena felina, un hecho ante el que ningún invitado se hubiera dado por aludido, excepto Jorge, que se empeñó en querer consolar a la mascota introduciéndole por el culo un bolígrafo del periodista, que prácticamente tuvo que dar por concluido el encuentro.
Haciendo amigos en Radio 3.
Chema Rey, en su época de guitarrista, sufrió la amenaza más surrealista por parte del Ilegal, que en esta ocasión quería hacerse con una guitarra propiedad del locutor… Como la compra se demoraba sospechosamente y Jorge padecía una purulenta enfermedad venérea, el periodista se vio amenazado con las salpicaduras más infectas imaginables si no procedía a la venta de forma inmediata. Macarra, pero honrado, pagó la guitarra aunque es casi seguro que Chema hubiera soltado gratis el instrumento antes que verse salpicado con semejante mierda.
Ilegales y Rockdelux.
En Barcelona, despejándose en un bar después de la jornada de promoción de su último disco, un chaval se acerca como si fuera un fan, incluso buen conocedor del grupo; la conversación deriva hacia la prensa musical y Jorge Ilegal expresa su pésima opinión sobre Rockdelux, a lo que el interlocutor contesta que precisamente es periodista, que trabaja en la revista y que no son tan changos… El diálogo que siguió fue aproximadamente como sigue…
- ¿Habías dicho que te llamabas Santi? ¿No serás Santi Carrillo? Jajajaja, a Santi Carrillo quisimos darle de hostias Willy y yo hace años, pero escapó corriendo.
- Pues sí, soy yo –admite con cierta expresión de congoja-,
- Cojones, pues sólo por las pelotas que has tenido al acercarte, no te voy a arrancar la cabeza, porque no te había reconocido. Venga, te invito a otra cerveza, pero cuando te la acabes, corre todo lo que puedas, cabronazo.
- Eh, uh, pues…
- Es broma, hombre. Pero como vuelvas a decir estupideces sobre mi grupo, te parto en dos. Aunque no hay peligro, ahora que lo pienso, porque no me volverás a sacar jamás en ese panfleto tuyo.
Un mes después Santi invitó a Jorge Ilegal a participar en el concierto con motivo del 20º Aniversario de Rockdelux y el primer disco de Ilegales estaba entre los cien discos más importantes de la historia del rock español… Rockdelux ha sido la primera revista musical que ha pedido automáticamente una entrevista al recibir la noticia de la publicación de “126 Canciones Ilegales”. Genio y figura.
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